Biografía
En noviembre de 2020, en el punto álgido de la pandemia de coronavirus, Natalia Perekatiy, de 67 años, tuvo que pasar 2 días en un centro de detención temporal después de una redada de las fuerzas de seguridad en la ciudad de Gryazi. El registro y el enjuiciamiento penal fueron una completa sorpresa para el creyente. Durante tres décadas, fue cristiana y compartió pacíficamente sus puntos de vista religiosos con otros. Pero ahora tiene que defender su derecho a la libertad de religión.
Natalya nació en 1953. Desde pequeña reflexionó sobre la belleza de la naturaleza, le encantaba dibujar. Habiendo madurado, la niña comenzó a pensar en el significado de la vida. Pero en ese momento no pudo encontrar respuestas a sus preguntas, ya que la escuela inculcó puntos de vista ateos. Viviendo en Abjasia, Natalya, junto con su esposo, crió a tres hijos y enseñó ciencias de los productos básicos. En 1993, la mujer enviudó.
Natalya siempre estuvo preocupada por la injusticia. Habiéndose familiarizado con la Biblia, recibió respuestas a sus preguntas. Comprender las causas del sufrimiento de las personas y aplicar los sabios consejos de las Sagradas Escrituras ayudó al creyente a relacionarse con más calma con lo que está sucediendo en el mundo.
A pesar de la persecución, Natalya trata de no desanimarse. Encuentra alegría en sus pasatiempos favoritos: música tranquila y recreación al aire libre. La creyente señala que no le guarda rencor a las personas que sospechan de su extremismo.