Biografía
El 24 de octubre de 2019, en Novozybkov, las fuerzas del orden arrojaron a dos creyentes a un centro de detención preventiva solo por su religión. Uno de ellos es Vladimir Khokhlov, de 42 años.
Vladimir nació en abril de 1977 en Novozybkov. Tiene una hermana menor. En su juventud, era muy aficionado al fútbol y jugó para el equipo nacional de la ciudad. Se graduó en la Escuela Superior de Agricultura como técnico mecánico.
Después de su servicio militar, trabajó en la industria de la construcción. Últimamente, ha estado trabajando en el servicio de seguridad del dispensario de tuberculosis. En su tiempo libre, también juega al fútbol, pesca y toca la guitarra.
A Vladimir siempre le ha gustado leer, y cuando un amigo le aconsejó que conociera mejor la Biblia, se dedicó a estudiarla con gran interés. El nuevo conocimiento tocó profundamente su corazón, lo ayudó a abandonar los malos hábitos y comenzar a vivir de acuerdo con los mandamientos cristianos.
En 2007, Vladimir se casó con Olga. Un año después tuvieron una hija, Anastasiya. En verano a la familia le gusta jugar al voleibol, y en invierno ir a patinar.
A las 6:15 a.m. del 24 de octubre de 2019, Vladimir estaba en el trabajo cuando su hija llamó y gritó: "¡Papá, nos están registrando!". Cuando llegó a su casa, fue recibido por hombres con rifles automáticos, con chalecos antibalas y máscaras. También había tres investigadores y dos testigos en el apartamento. Durante el allanamiento, se incautaron dispositivos electrónicos y pertenencias personales a la familia. El agente, después de encontrar el diario de su hija, leyó en voz alta las experiencias profundamente personales descritas allí. Luego Vladimir fue llevado al comité de investigación para ser interrogado, arrestado y encarcelado, donde pasó más de 10 meses. El creyente no fue puesto en libertad hasta después de su condena, pues ya había cumplido su condena en el centro de detención preventiva.
El proceso penal tuvo un efecto negativo en la salud de Vladimir. A causa del estrés, sufrió una crisis hipertensiva. Los familiares sinceramente no entienden por qué delito fue condenado este hombre honesto y decente.