El Tribunal Regional de Rostov condenó a tres testigos de Jehová a entre seis y seis años y medio de prisión. Ya han cumplido la mitad de su condena en prisión preventiva

El 6 de diciembre de 2021, el Tribunal Regional de Rostov examinó la apelación de Vilen Avanessov, de 69 años, y su hijo, Arsen, así como de Aleksandr Parkov, de 54 años. Todos ellos son residentes de Rostov del Don. El panel de jueces encabezado por Gennadiy Peschanov dejó sin cambios la sentencia de primera instancia: Parkov y Arsen Avanesov fueron condenados a 6,5 años de prisión real y Vilen Avanesov, a 6.

El veredicto entró en vigor. Los hombres insisten en su completa inocencia. Tienen derecho a apelar la decisión en casación e instancias internacionales.

En julio de 2021, el fiscal solicitó entre 7 y 7,5 años en una colonia penal de régimen general para los creyentes. Vladimir Khudaverdyan, juez del Tribunal de Distrito de Leninskiy, consideró que los ciudadanos respetuosos de la ley eran extremistas, pero conmutó ligeramente la sentencia. Los creyentes han cumplido de jure más de la mitad de su condena, ya que estuvieron en el centro de detención preventiva durante dos años y medio mientras se llevaban a cabo la investigación y el juicio.

A finales de la década de 1980, los Avansésov se vieron obligados a huir a Rusia debido a la guerra en Nagorno-Karabaj. Sin embargo, allí sufrieron represiones a causa de su fe.

Arsen está preocupado por sus padres jubilados, que tienen un mal estado de salud. Además, su madre se quedó sola sin el apoyo adecuado. Las autoridades investigadoras no le permitieron ver ni a su esposo ni a su hijo durante más de un año. Aleksandr Parkov tenía problemas con el sistema inmunológico. Su esposa Galina, que en enero de 2021 también fue declarada culpable en virtud del artículo "extremista", está muy preocupada por la salud de su marido: "Las condiciones en el centro de detención no son buenas, a menudo tenía dolores de estómago".

El 22 de mayo de 2019, funcionarios del Comité de Investigación de Rusia llevaron a cabo registros masivos en los hogares de residentes de Rostov sospechosos de practicar la fe de los testigos de Jehová. El mismo día, se abrió una causa penal contra Parkov, así como contra el padre y el hijo Avanesov solo por sus creencias religiosas. Inmediatamente después de los registros, los hombres fueron puestos en prisión preventiva.

Las acusaciones contra los creyentes se basaban en numerosas falsificaciones. Por ejemplo, en una audiencia, el tribunal interrogó a un testigo secreto que había recibido instrucciones del FSB de provocar a los testigos de Jehová para que criticaran a varias denominaciones y al Estado. Otros dos testigos afirmaron que su testimonio estaba distorsionado. Según una de ellas, durante el interrogatorio se le atribuyó un párrafo entero de las declaraciones de otra persona.

En repetidas ocasiones, los creyentes llamaron la atención del tribunal sobre el hecho de que las reuniones religiosas de los testigos de Jehová no son actividades extremistas, sino una manifestación pacífica de fe. También hicieron hincapié en la tranquilidad de sus creencias. "En sus relaciones tanto con las autoridades como con otras personas, los testigos de Jehová tratan de ser correctos, no de responder a la grosería, sino de tomar el ejemplo de los primeros cristianos y de Jesucristo", dijo Arsen Avanesov en una de las audiencias judiciales.

Anteriormente, se confirmaron las condenas de otros seis testigos de Jehová en Rostov del Don debido a su creencia en Dios. Todos recibieron de dos a cuatro años de sentencias suspendidas.

El 28 de octubre de 2021, el Pleno del Tribunal Supremo de la Federación de Rusia llamó la atención sobre la inadmisibilidad de enjuiciar a los testigos de Jehová por su participación en reuniones pacíficas. Según su fallo, el culto a los testigos de Jehová y sus ritos y ceremonias conjuntas no constituyen por sí mismos un delito en virtud del artículo 282.2 del Código Penal de la Federación de Rusia, a pesar de la liquidación y prohibición de sus entidades jurídicas.