Una sentencia de Rostov del Don por practicar la fe: uno de los testigos de Jehová, Ruslan Alyyev, de 33 años, recibió una sentencia suspendida de dos años y medio

El 17 de diciembre de 2020, Vladímir Strokov, juez del Tribunal de Distrito Leninskiy de Rostov del Don, declaró culpable a un creyente respetuoso de la ley de participar en las actividades de una organización prohibida solo porque observa las costumbres de su religión: lee la Biblia y la recomienda a los demás. El veredicto no surtió efecto.

Junto con la sentencia suspendida, Ruslan Alyev fue puesto en libertad condicional durante 2,5 años con la obligación de presentarse para registrarse una vez al mes.

Ruslan Alyev, un tutor de chino, pasó alrededor de un año y medio bajo arresto domiciliario después de que el Comité de Investigación abriera un caso contra él por orar, leer la Biblia y discutir temas religiosos. El expediente del caso incluye el testimonio de un testigo clasificado cuyas palabras el tribunal aceptó incluso sin interrogarlo, privando a la defensa de la oportunidad de hacerle preguntas. El fiscal pidió tres años de sentencia suspendida para Alyev con un período de libertad condicional de cuatro años.

En su declaración final, "En el siglo I E.C. un joven de 33 años fue juzgado acusado de incitar a la rebelión contra el estado. Los testimonios de los testigos se contradecían entre sí, la fiscalía no pudo probar su culpabilidad, pero el veredicto, sin embargo, resultó ser culpable. Ese hombre era Jesucristo. Hoy, en pleno siglo XXI, yo, un joven de 33 años, me presento ante el tribunal acusado de un delito contra el orden constitucional y la seguridad del Estado. Cuando escucho la acusación de socavar el orden constitucional y amenazar la seguridad del Estado, me pregunto por la inconsistencia y lo absurdo de la acusación. Es como dibujar una oveja con colmillos y garras: sobre el papel es posible, pero en la vida no lo es".

Crecí empapándome de la cultura de al menos tres naciones: rusa, azerbaiyana y ucraniana", dijo Aliyev sobre sí mismo en su última declaración, "Cada una de ellas es querida y cercana a mí por igual. [...] Entre mis amigos hay bastantes personas de varios países de habla inglesa en África y chinos. Soy azerbaiyano de sangre. Todo el mundo conoce la hostilidad de larga data entre los pueblos azerbaiyano y armenio, pero mi amigo cercano es armenio, fue testigo en mi boda. Esta actitud hacia personas de diferentes nacionalidades, razas, religiones y estatus social se ha formado en mí, gracias a mi educación religiosa... Y ahora escuchar acusaciones de fomentar el odio étnico o racial o la superioridad sobre los demás es muy sorprendente para mí y para los que me conocen.

Ruslan Alyev es uno de los 16 testigos de Jehová de la región de Rostov que están acusados en virtud del artículo 282.2 del Código Penal ruso debido a su religión.

Los encargados de hacer cumplir la ley confunden erróneamente la religión de los ciudadanos con la participación en las actividades de una organización extremista. El gobierno ruso ha declarado en repetidas ocasiones que las decisiones de los tribunales rusos de liquidar y prohibir las organizaciones de los testigos de Jehová "no evalúan la doctrina de los testigos de Jehová, ni contienen restricciones o prohibiciones sobre la práctica individual de la doctrina mencionada".