"Me pusieron una bolsa en la cabeza, me estrangularon y me golpearon". Un creyente de Voronezh cuenta que fue torturado después de ser detenido

Aleksandr Korol, de 29 años, detenido durante una redada masiva contra los testigos de Jehová el 13 de julio, fue torturado durante el interrogatorio, exigiendo que identificara a sus compañeros de creencia: lo estrangularon con una bolsa de plástico y lo golpearon. Así se dio a conocer tras su salida del centro de detención temporal donde estuvo recluido durante 48 horas.

El 13 de julio de 2020 los organismos encargados de hacer cumplir la ley llevaron a cabo la redada más masiva contra los testigos de Jehová en la historia de la Rusia moderna. Se llevaron a cabo registros en más de 100 domicilios, decenas de civiles fueron detenidos y llevados a interrogatorios. 10 personas fueron detenidas y arrojadas al centro de detención preventiva. Según información más detallada, tres hombres fueron golpeados y torturados. Uno de ellos es Aleksandr Korol, de 29 años.

Después del registro en la casa de Aleksandr, fue llevado al edificio del Departamento Principal del Ministerio del Interior ruso en la región de Voronezh en la calle Sredne-Moskovskaya. Allí fue interrogado varias veces. Por primera vez, los interrogadores trataron de convencer al creyente de que se incriminara a sí mismo y amenazaron con torturarlo. Aleksandr se negó, por lo que uno de los oficiales le puso una bolsa de plástico en la cabeza y comenzó a apretársela alrededor del cuello, bloqueando el acceso aéreo y preguntando quién de los creyentes era el anciano. La tortura se repitió varias veces hasta que la bolsa se rompió. Al mismo tiempo, Aleksandr recibió varios puñetazos en la cara. El silovik también amenazó con usar agujas para torturar.

El interrogatorio con uso de la fuerza duró unos 15 minutos, tras lo cual Aleksandr fue trasladado a otra dirección, donde fue interrogado de nuevo.

Alrededor de las 17:30 horas, esposado, fue trasladado al departamento del Ministerio del Interior en el distrito de Khokholsky, situado a unos 40 km de Voronezh, y recluido en un centro de detención temporal durante 48 horas.

A las 17:00 horas del 15 de julio, Aleksandr fue puesto en libertad sin ninguna explicación ni disculpa. Como Aleksandr no tenía dinero y la policía se apoderó de los medios de comunicación, tuvo que pedir dinero prestado a los transeúntes para llegar a su casa en Voronezh. Por el momento se desconoce si se ha iniciado un caso penal contra el creyente. Aleksandr Korol se está preparando para apelar contra las acciones ilegales de las fuerzas del orden.