Estación de ferrocarril. Estación de Karpinsk. Región de Sverdlovsk. Fuente: Vladislav Zavalnyuk / CC BY-SA 4.0
Otras tres personas fueron procesadas por su fe en la región de Sverdlovsk. Seis acusados están en el caso ahora
Región de SverdlovskEl 19 de mayo de 2020, la investigación amplió la lista de acusados en el segundo caso penal de Pryanikov y otros en Karpinsk. Los nuevos sospechosos fueron Anastasia Pryanikova y los Zalyaev. Ahora, tres familias de los Urales están siendo procesadas por cargos de extremismo inverosímiles.
Cabe destacar que tres de los seis sospechosos, Aleksandr Pryanikov, así como Venera y Darya Dulova (una madre y su hija), ya han sido condenados a penas suspendidas por cargos de participación en actividades extremistas en enero de 2020. La decisión del tribunal fue apelada, mientras que se abrió una nueva causa penal contra los creyentes en virtud de la parte 1.1 del artículo 282.2 ("participación en una organización extremista"), que implica un castigo más severo: hasta 8 años de prisión.
En marzo, la casa de Ruslan y Svetlana Zalyaev fue registrada como parte de la investigación de este caso. El 19 de mayo, junto con Anastasia, la esposa de Aleksandr Pryanikov, fueron incluidos en la lista de sospechosos en virtud de la parte 2 del artículo 282.2, y dos días más tarde A.S. Spirin, investigador principal del Departamento de Investigación de la ciudad de Krasnoturyinsk, les quitó un reconocimiento de no vivir y comportarse correctamente.
Cabe destacar que Ruslan Zalyaev no es testigo de Jehová, sin embargo, se sospecha que "participa en las actividades de la Organización Religiosa Local de los Testigos de Jehová en Krasnoturinsk [...] mantener conversaciones con el fin de promover la exclusividad religiosa".
Del decreto sobre las medidas de coerción de los creyentes se desprende claramente que el enjuiciamiento penal se lleva a cabo por motivos religiosos. Svetlana Zalyayeva, los Pryanikov y la familia Dulov están acusados del hecho de que no han dejado de comunicarse con los demás acerca de Dios y se reúnen para reuniones religiosas, acusaciones similares se han hecho contra familias enteras en el pasado.
"A los creyentes inofensivos se les acusa de 'crímenes graves', pero en el caso no hay víctimas ni señales de crímenes reales contra el individuo o el Estado", comenta Yaroslav Sivulsky, de la Asociación Europea de Testigos de Jehová, señalando que la represión religiosa infundada conduce a una condena abierta de Rusia por parte de la comunidad internacional.