A los creyentes se les niega el traslado de los centros de detención preventiva superpoblados, a pesar del mayor riesgo de COVID-19
Región de Novosibirsk, TartaristánAl 24 de abril de 2020, 23 creyentes, entre ellos dos mujeres, esperan juicio en centros de detención en 12 regiones de Rusia. Ninguno está acusado de actos violentos. Sin embargo, todas las solicitudes para transferirlos a arresto domiciliario en vista de la pandemia de COVID-19 fueron denegadas.
Por ejemplo, se presentó una petición ante la Dirección Principal de Investigación del Ministerio del Interior de la República de Tartaristán para que se modificara la medida de restricción de Andrey Bochkarev, que se encuentra en un grupo de riesgo especial debido a sus enfermedades. Al día siguiente, el investigador principal de la SCh de la Dirección Principal de Investigación del Ministerio del Interior de la República de Tartaristán, el Mayor de Justicia R. Galimzyanov, decidió rechazar la petición, argumentando que ni la situación con el coronavirus ni el estado de salud le obligan a suavizar la medida preventiva del creyente.
En Novosibirsk, el 16 de abril de 2020, la jueza del Tribunal de Distrito de Leninsky, Ekaterina Kashina, en ausencia de oyentes en la sala del tribunal debido a la epidemia de coronavirus, extendió la detención del creyente Yuri Savelyev hasta el 22 de julio de 2020. El creyente de 66 años trató de decirle al juez que en medio de la pandemia de COVID-19, uno de sus compañeros de celda estaba haciendo un trabajo en el centro de detención preventiva que implicaba contacto con una gran cantidad de personas. Pero al mismo tiempo, no usa mascarilla, guantes ni cubrezapatos, lo que crea condiciones para un alto riesgo de infección. El juez no se sintió conmovido por estos argumentos.
Al mismo tiempo, los investigadores, los fiscales y los jueces son conscientes de que no hay víctimas en los casos contra los creyentes, y que los mismos creyentes están infinitamente lejos de la violencia y no hay necesidad de exponerlos al riesgo mortal de caer enfermos tras las rejas.
Además de los 23 creyentes en prisión preventiva, otras 8 personas se encuentran en diversas colonias correccionales, ya que su convicción de fe ha entrado en vigor.