Foto: Yuriy Savelyev
"El padre lo tiene todo bajo control". Yuriy Savelyev habla de su vida en la cárcel y de casi 5.000 cartas de todo el mundo
Región de NovosibirskYuriy Savelyev, de 66 años y residente de Novosibirsk, lleva detenido casi un año y medio. En la cárcel se enfrentó a la humillación, a la mala salud y a la amenaza de contraer el coronavirus, pero en esas pruebas sintió el apoyo de Dios. Recibió alrededor de 4.700 cartas de 44 países y él mismo anima a otros. A pesar de todas las dificultades, Yuriy considera el aislamiento como una oportunidad para animar a los demás. "¡Ama la vida! [...] Queridos, cuídense y perdónense unos a otros, mientras haya tiempo." — Yuriy, escribiendo en una carta de respuesta.
"El Padre lo tiene todo bajo control", describe Yuri su actitud ante las dificultades en una de sus cartas "a la libertad", dando a entender el apoyo de Dios.
Yuriy ahora está recluido en una celda pequeña, generalmente con uno o dos compañeros de celda, que a veces son reemplazados. Uno de ellos molestó al creyente con insultos durante casi seis meses y fumaba constantemente. Como usted sabe, los testigos de Jehová no consumen tabaco, y para una persona mayor y no muy sana, el humo del cigarrillo es aún más dañino.
Esta actitud no inquietó a Yuri, continuó tratando de comportarse amablemente con los demás. Además, los vecinos de la celda, por regla general, resultan ser personas agradables con las que hablar. Uno de ellos se sorprendió mucho de que los testigos de Jehová fueran perseguidos por su fe, y deseó aprender más acerca de sus creencias de los escritos de eruditos religiosos imparciales.
Recientemente, la salud de Yuriy se ha deteriorado un poco, y el tratamiento es difícil en las condiciones del centro de detención preventiva. "Los dientes aquí no se tratan en absoluto, se extraen de inmediato. Yuriy ya ha perdido a dos, aunque podrían haberse salvado en libertad", dijo su abogado tras la visita de Yuri.
Aunque el centro de detención preventiva se encuentra en cuarentena debido a la pandemia, el hecho de que uno de los compañeros de celda de Yuriy realice varios trabajos en el centro de detención aumenta la ansiedad del creyente. Al mismo tiempo, camina sin mascarilla, cubrezapatos y guantes, durante el día está en diferentes lugares, comunicándose con muchas personas.
A pesar de todas las dificultades, Yuri se mantiene tranquila y positiva. Ve las condiciones de aislamiento como una oportunidad para apoyar a los demás. "¡Ama la vida! Vives con ella y vives... Querida mía, cuídense unos a otros y perdonen mutuamente mientras haya tiempo", escribe Yuriy y agradece el apoyo de sus compañeros creyentes y otras personas solidarias que le escriben en el centro de detención preventiva.