Foto: Vladimir Alushkin
En Penza, el fiscal pidió a Vladimir Alushkin 7 años de prisión real. El órgano de control ignoró la opinión de la ONU sobre este caso
Región de PenzaAndrey Magliv, Vladimir Kulyasov y Denis Timoshin fueron condenados a 4 años de prisión, y Tatyana Alushkina y Galiya Olkhova fueron condenadas a 3 años cada una. El fiscal pide a todos, excepto a Vladimir Alushkin, que sustituyan la prisión por trabajos forzados. Mientras tanto, el Grupo de Trabajo de la ONU reconoció oficialmente el arresto de Alushkin como arbitrario.
El fiscal solicitó sanciones tan severas el 5 de diciembre de 2019, hablando en un debate en el Tribunal de Distrito Leninsky de Penza. Toda la "culpa" de los pacíficos residentes de Penza es la fe en Jehová Dios. Seis personas están acusadas en el caso. Cuatro hombres están bajo arresto domiciliario y dos mujeres están bajo acuerdo de reconocimiento. El caso está repleto de falsificaciones e inconsistencias. Los creyentes son acusados de extremismo, aunque estas acusaciones no son confirmadas por testigos o árbitros internacionales. Un crimen se llama una discusión conjunta de la Biblia, cantar canciones con otros creyentes, conversaciones con otros acerca de Dios. Los investigadores consideran irrazonablemente que estas acciones son la organización de las actividades de una organización religiosa prohibida en Rusia, aunque el Tribunal Supremo de Rusia no prohibió la fe de los testigos de Jehová.
Incluso antes de la detención, los servicios especiales vigilaron a los creyentes durante varios meses, y en julio de 2018 llevaron a cabo registros y detenciones masivas. Vladimir Alushkin, a quien la fiscalía considera el "líder" de los creyentes locales, fue enviado por el tribunal a un centro de detención preventiva, donde permaneció unos seis meses y luego fue puesto en libertad bajo arresto domiciliario.
La defensa intentó apelar contra la detención y medida de restricción de los creyentes, exigiendo que las instancias de apelación los declararan ilegales. Sin embargo, los jueces del Tribunal Regional de Penza se negaron a hacerlo y prorrogaron reiteradamente los plazos de la medida cautelar.
Al mismo tiempo, el panel de jueces ignora la opinión del Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria, según la cual las actividades, en particular, de Vladimir Alushkin (y dado que se le llama el "líder", el resto de los testigos de Jehová arrestados) no pueden considerarse extremistas. "Todas las actividades en las que participó Alushkin son una discusión religiosa absolutamente pacífica", dijo el Grupo de Trabajo de la ONU en un documento.
Durante el juicio, varios testigos, incluido el principal testigo de cargo, no confirmaron que las acciones de los acusados estuvieran relacionadas de alguna manera con el extremismo. De los interrogatorios de otros testigos durante las audiencias judiciales se deduce que la investigación falsificó sus testimonios preliminares y algunos ejercieron presión abiertamente.
La continuación del debate está prevista para el 10.12.2019. Habrá una defensa.