Fotos: Vladimir Myakushin, Ilham Karimov, Aidar Yulmetyev y Konstantin Matrashov
Cuatro creyentes de Tartaristán pasaron seis meses en un centro de detención preventiva, ¡y ahora el tribunal ha devuelto su caso al fiscal debido a las falsificaciones!
TartaristánEl 27 de noviembre de 2019, el Tribunal de la ciudad de Naberezhnye Chelny se negó a considerar el caso contra Ilham Karimov, Konstantin Matrashov, Vladimir Myakushin y Aydar Yulmetyev. El tribunal señaló una violación significativa de la ley cometida en la etapa previa al juicio y devolvió el caso al fiscal de la República de Tartaristán.
El tribunal llamó la atención sobre el hecho de que los investigadores entregaron a los acusados un texto de la acusación y presentaron otro al tribunal con una acusación significativamente ampliada. Además, la investigación, seguida por la fiscalía, calificó las acciones de los creyentes en virtud de las partes 1 y 2 del artículo 282.2 del Código Penal de la Federación Rusa de forma completamente arbitraria, sin entender claramente cuál era, en realidad, su "delito".
A pesar de la audaz decisión del tribunal de devolver el caso, los creyentes siguen bajo reconocimiento de no irse. El caso en su contra no se ha cerrado.
El 27 de mayo de 2018 comenzó un período oscuro en la historia de la libertad religiosa en Tartaristán. Los agentes del orden público allanaron 10 apartamentos de residentes locales sospechosos de practicar la religión de los testigos de Jehová. Los registros e interrogatorios en los hogares de los creyentes pacíficos comenzaron el domingo por la noche y continuaron hasta altas horas de la noche. Los agentes encargados de hacer cumplir la ley se presentaron como empleados del Comité de Investigación y del FSB. Todos los dispositivos electrónicos, teléfonos móviles y pasaportes fueron confiscados a los creyentes, incluidos cuatro hombres, 10 mujeres (incluidos ancianos) y un niño.
Ilham Karimov, de 37 años, Vladimir Myakushin, de 30, Konstantin Matrashov, de 29, y Aidar Yulmetyev, de 24, fueron arrestados y enviados a un centro de detención preventiva durante seis meses. Después de eso, cada uno de ellos pasó otros 2 meses bajo arresto domiciliario.
Los agentes de la ley rusos confunden erróneamente la religión conjunta de los ciudadanos con la participación en una organización extremista. Este proceso penal es consecuencia directa de la decisión de la Corte Suprema de Rusia, que el 20 de abril de 2017 liquidó y reconoció como "extremistas" a 396 organizaciones religiosas registradas de los testigos de Jehová en todo el país.