Derechos humanos

ONU: Rusia sigue violando los derechos de los testigos de Jehová

Estados Unidos de América

El representante de la ONU para la Libertad Religiosa, Heiner Bielefeldt, evaluó negativamente la situación en este ámbito en Rusia. El informe de la 113ª sesión de la ONU afirma que los tribunales rusos aplican erróneamente la nueva ley "Sobre la lucha contra las actividades extremistas" contra los testigos de Jehová.

Un informe reciente del Comité de Derechos Humanos (CDH) de la ONU declaró: "Rusia continúa restringiendo (...) El Sr. Bielefeldt señaló que la libertad de religión era una de las libertades fundamentales e inalienables que no podían restringirse ni siquiera en un estado de excepción.

En el 113º período de sesiones, el Consejo de Derechos Humanos publicó un informe en el que afirmaba que Rusia no está cumpliendo sus obligaciones como parte del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Las autoridades rusas, al tiempo que defienden de boquilla la protección de la libertad religiosa de sus ciudadanos, siguen aplicando enérgicamente la ley "Sobre la lucha contra la actividad extremista" contra los testigos de Jehová. Después de una serie de enmiendas hace unos años, esta ley se ha convertido en una herramienta conveniente en manos de funcionarios individuales que decidieron ajustar cuentas con asociaciones religiosas seleccionadas arbitrariamente.

La ONU llama la atención sobre el hecho de que en la nueva edición, la ley rusa sobre el extremismo se ha vuelto extremadamente vaga. Esto permitió a los tribunales reprimir fácilmente a las organizaciones religiosas y de cualquier otro tipo, simplemente encontrando a los "expertos" adecuados que firmaran el análisis de la literatura o las declaraciones orales. Esta política ya ha tenido consecuencias curiosas, como una demanda para prohibir la Biblia (actualmente pendiente en el Tribunal de la Ciudad de Vyborg), así como una prohibición en el sitio web oficial de los Testigos de Jehová, que no tiene análogos en ningún país del mundo. En la primavera de 2015, por primera vez, en violación de todas las normas legales, las autoridades rusas prohibieron la importación al país de toda la literatura de los testigos de Jehová sin excepción, incluso las que nunca habían estado en las listas de "prohibidos". Es especialmente paradójico que a los fieles no se les permitiera importar ni siquiera la traducción sinodal universalmente reconocida, que es utilizada por la Iglesia Ortodoxa.

Los testigos de Jehová se encontraron en esta situación hace unos dos años, cuando la persecución religiosa en todo el país se intensificó drásticamente. Yevgeny Bobrov, vicepresidente del Consejo de Derechos Humanos bajo la presidencia de la Federación de Rusia, explica: "En los últimos dos años, en el proceso de intensificación de la lucha contra las sectas y la búsqueda de extremistas entre sus adherentes, casi todos los disidentes han sido perseguidos. Los miembros de estos grupos suelen ser objeto de detenciones y registros arbitrarios. Sus reuniones se dispersan y los servicios de adoración se interrumpen sin ninguna razón".

Pero también hubo buenas noticias. Por ejemplo, en mayo de 2015, el Ministerio de Justicia ruso restableció los derechos de los testigos de Jehová en Moscú, y el 3 de junio de 2016, en Arkhangelsk, el tribunal se negó a liquidar la organización local de los testigos de Jehová a petición de la fiscalía. Por desgracia, estos eventos pueden ser la excepción y no la regla. Según algunos expertos, es posible que estas medidas sólo tengan por objeto tranquilizar a la población, principalmente en el extranjero. El tiempo dirá hasta qué punto las autoridades rusas están dispuestas a respetar los derechos y las creencias de sus ciudadanos.